La oración que sí es vista por Dios

“Vosotros, pues, oraréis así…” Mateo 6: 9a

¿Si el propósito de la oración no es que obtengamos las cosas temporales que ahora deseamos, entonces cuál es? Jesús dijo: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:6) una vida piadosa te llevará a una vida de oración cuyo único propósito es gozar del privilegio de poder acercarnos confiadamente al trono de la gracia y tener comunión con nuestro Padre celestial. Lo que Cristo quiere que entendamos es que ya sea en lo público o en lo secreto al orar nos estamos acercando al Único Dios Verdadero, en la oración nos dirigimos a Dios y a nadie más. Nosotros no somos el foco de la oración, Dios es el centro y al orar Él nos está concediendo el privilegio inmerecido de acercarnos a Él… y Él desea que podamos hacerlo, y Cristo tomó nuestro lugar en la cruz para remover todo lo que podría impedirnos hacerlo con libertad. Iglesia una vida de oración es mucho más que dar a conocer peticiones, es tener comunión con Dios, disfrutar de Él, meditar Sus obras y asombrados por ello adorar Su magnificencia, pero sobretodo deleitarnos en que Él, ese Dios incomparable e inigualable es nuestro Padre.

La fe en Cristo nos ha dado la potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12), antes éramos solo creación de Dios, pero hoy por causa de haber nacido de nuevo por creer en Cristo somos Sus hijos. Jesús nos enseña que, al orar, oramos a nuestro Padre y que debemos hacerlo en confianza y con sencillez. No necesitamos palabras que no sean nuestras, no necesitamos repetir una y otra vez lo mismo, no necesitamos tener muchas palabras… Iglesia nos estamos acercando a nuestro Padre, a Aquel que conoce la intención de nuestro corazón incluso antes de que haya palabra en nuestra boca (Salmo 139:4) pero no sólo eso nos acercamos a Aquel en cuya mano están nuestros tiempos (Salmo 31:15) a Aquel que tiene para nosotros pensamientos de paz y no de mal (Jeremías 29:11) que tiene todo poder y toda autoridad, para quien nada es imposible y que es poderoso para guardar nuestro depósito para aquel día (2 Timoteo 1:12) ese que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3). No necesitamos actuar como hipócritas ni como gente que no conoce a Dios, Iglesia “No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes de que vosotros le pidáis” puedes acercarte a Él con confianza porque Él ya lo sabe todo, no necesitas repetirle una y otra vez como si te estuvieras acercando a un ídolo inerte de yeso o de madera… pero si necesitas venir a Él en absoluta dependencia de Su amor y gracia, si necesitas acercarte maravillado y con reverencia, con gratitud y expectación… que toda tu vida mi hermano sea una oración que no se interrumpe y no que sólo hayan momentos en los cuales oras.

Oración: Amado Señor necesito de tu obra en mi vida cambiando mi entendimiento, mi forma de pensar en cuanto a la oración y con ello mi práctica de la oración. He sucumbido a la tentación de enfocarme en mi mismo cuando oro, también he buscado impresionar a otros incluso a ti mismo. Otras veces he orado sin disfrutar el privilegio que estoy teniendo, me he acercado a ti con incredulidad y aún muchas veces ni siquiera me he acercado a ti en oración. Perdona Oh Señor y límpiame. Yo quiero poder gozar de tener comunión contigo, quiero ir a ti para disfrutar de Ti y no solamente para tener lo que quiero. Amén