¿Quiénes pueden invocar a Dios?

Fuimos enseñados que todos los seres humanos somos hijos de Dios, pero la Escritura no avala esta enseñanza, todos fuimos creados por Dios a Su imagen y semejanza, pero no todos los seres humanos creados por Dios son Sus hijos. Cuando Cristo dice “Padre nuestro” no lo hace indicando que este vínculo aplique para todos los hombres, recordemos que Él está dirigiendo este sermón a Sus escogidos, a aquellos que son bienaventurados porque tienen paz con Dios porque se han reconciliado con Él por medio de Cristo y por tener esta paz serán llamados hijos de Dios, esta es una potestad que les ha sido otorgada en consecuencia a haber nacido de nuevo (Juan 1:12-13). Si tú has creído, si te has identificado con Cristo en Su muerte y resurrección de modo que ya no vives tú, sino que vive Cristo a través de ti, entonces tú también tienes el privilegio de poder invocar con confianza a Dios con la certeza de que Él es poderoso para hacer mucho más de lo que pides (Efesios 3:20) sólo aquellos que han tomado la cruz para seguir a Cristo pueden invocar a Dios como Su Padre Celestial.  

“Padre nuestro que estás en los cielos” sí Iglesia, el Dios todopoderoso creador y sustentador de todo lo creado es nuestro Padre. Nuestro Dios no ignora nuestra realidad, tribulaciones o angustias, Él tampoco desconoce nuestros pecados y flaquezas… dado que Cristo en Su carne abolió las enemistades ahora tenemos un Dios que es Padre nuestro, que nunca está ausente e indiferente, todo lo contrario, Él está dispuesto a socorrer, cuidar y sustentar a Su pueblo por los méritos de Su amado Hijo en quien se han cumplido todas las promesas que habían sido dadas. Nuestro Padre celestial está atento a Sus hijos, Él desea tener comunión con nosotros y por ello nos ha concedido la gracia para acercarnos con confianza ante Él gracias a los méritos de Cristo ¿Es Dios tu Padre? Si es así ¿Te estás acercando a Él como tu Padre? Necesitamos tener presente esta verdad siempre que vayamos en oración a Él, pero sobre todo teniendo presente que es lo que ha sido hecho para que nosotros de enemigos hayamos llegado a ser hijos.

Cristo dijo: “Padre nuestro que estás en los cielos” esto es muy importante, porque oramos a Aquel para quien “no hay cosa creada que no sea manifiesta en Su presencia; antes bien ante Él todas las cosas están desnudas y abiertas…” (Hch 4:13) No, Él no es igual a un padre terrenal. Él es el Dios omnipotente y omnisciente en cuya mano están nuestros tiempos. Él está en los cielos y a Él debemos toda reverencia por ser Dios… pero también podemos acercarnos con familiaridad porque nos ha hecho Sus hijos. Iglesia, la Escritura dice que Dios Padre “es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos” (Efesios 3:20) que Sus pensamientos son de paz y no de mal (Jeremías 29:11) y que no hay ningún otro que pueda procurar nuestro gozo y prosperidad como Él ha obrado para que lo tengamos, Él tiene poder para bendecirte y ya lo ha hecho en Cristo (Efesios 1:3) porque te ama en Cristo. Pero no olvides que es nuestro Padre que está en los cielos… no olvides Su santidad y Su justicia absoluta, por tanto, cuídate que ese sentimiento de familiaridad no te lleve a tratar Su presencia como algo común.

Oración: Amado Padre Celestial gracias por amarme en Cristo desde antes de la fundación del mundo, gracias por acercarme a ti a través de la cruz. Oh Señor que mi corazón no olvide cuán grande precio ha sido pagado, para no acercarme a tu presencia a la ligera y sin reverencia, pero sobre todo para no dejar hacerlo como si venir a ti fuese algo común que puede ser postergado. Dame un corazón que se maravilla cada día más del privilegio que le ha sido dado. Amén