El ayuno que Dios escogió 1

Publicado el 14 de enero de 2025, 5:08

“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” Mateo 6:16-18

En la sección del Sermón del monte que trata acerca de la práctica de una vida justa, el Señor Jesús nos está enseñado lo que en verdad es una vida piadosa, una vida que es vivida para honrar la presencia de Dios a través de hacer misericordia, la oración y hoy nos ocuparemos de saber más acerca del ayuno. Estas no son prácticas piadosas dadas a conocer en ese sermón, de hecho, eran prácticas bastante conocidas por el pueblo, lo que Cristo está haciendo es contrastar la falsa enseñanza que hemos recibido frente al verdadero propósito por el cual Dios las ordenó. Al igual que con las obras de misericordia y la oración, el ayuno no estaba exceptuado de un entendimiento equivocado y por tanto una práctica equivocada.

Cuando inicia Su enseñanza sobre el ayuno, el Señor no está censurando la práctica como tal, lo que Él hace es direccionarla mejor, Él enseña de qué manera la práctica del ayuno debe tomar lugar en la vida de un creyente. No como una práctica o ritual frecuente, sino más bien como una acción voluntaria. En el contexto bíblico lo que vemos respecto al ayuno es que no es un fin en sí mismo, no es una disciplina y tampoco es una estrategia para que Dios nos de lo que estamos pidiendo (algo así como una huelga de hambre) El ayuno tampoco es una llave para abrir las ventanas de los cielos, no es algo que el pueblo de Dios practique para lograr una respuesta de Dios a la exigencia humana… al igual que el hacer misericordia y la oración, el ayuno es una práctica de la vida piadosa que expresa amor y gratitud a Dios, y amor por nuestro prójimo. Martín Lloyd Jones definía el ayuno como la “abstinencia de comida con fines espirituales” pero respecto a esto pensemos, ¿No habrá otras cosas de las cuales deberíamos abstenernos con fines espirituales?

En la Biblia encontramos que se ordenaba al pueblo ayunar una vez al año como una manera de expresar su humillación ante Dios por haber pecado contra Él, ayunaban con la esperanza de ser librados de la ira de Dios por sus pecados a través de un sacrificio que ofrecían en sustitución de sus propias vidas (Levítico 16:29-34) este sacrificio al igual que toda la ley ceremonial apuntaba al sacrificio de Cristo (Hebreos 9:11-15) y si esa era la intención de este estatuto al haber ya Cristo realizado esa expiación ya no hay necesidad de una expiación anual, y por lo tanto la obligatoriedad de ese ayuno anual ya no está vigente. Pero en la Biblia podemos ver que otros practicaron el ayuno en diversas ocasiones de manera particular o incluso como nación: como una expresión de dolor por el pecado (Daniel 9:3) lamento por el mal (Jueces 20:26) una plaga (Joel 1:13-14) ante una amenaza (2 Crónicas 20:26; Esther 4:3) … en todos los casos hay una particularidad común: el ayuno expresaba humillación ante Dios y no exigencia de algo. Era más un abandonarse a la providencia de Dios en perplejidad y reconocimiento de Su misericordia y soberanía, una expresión de confianza en Su amor. Y aún a pesar de todas las veces en que la nación entera fue convocada a ayuno nunca se instituyó como una práctica constante para días específicos de manera ritualista, de hecho, Dios mismo se opuso a que así se hiciera (Zacarías 7:3-5).

En tiempos de Jesús los hipócritas ayunaban dos veces por semana (Lucas 18:12) pero esto no fue ordenado en ningún momento, de hecho, el Señor lo condenó porque se había convertido en una práctica hipócrita porque era hecho para ser visto por los hombres. Las Escrituras nos muestran todo esto para que nosotros como pueblo de Dios meditemos en lo que en verdad es una vida piadosa, que puede ilustrarse a través de la práctica del ayuno pero que al mismo tiempo es mucho más que eso. Entonces ¿Cuál es el sentido del ayuno para los cristianos? ¿Debemos o no debemos ayunar?

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Comentarios

Shirley García
hace 4 meses

Amén 🙏🙏🙏