¿Es en el cielo que está tu corazón?

Publicado el 17 de enero de 2025, 5:01

“haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” Mateo 6:20-21

¿Está tu corazón en el cielo? Para contrastar los tesoros terrenales Jesús los compara con los tesoros en el cielo. Si vivir para hacer tesoros terrenales es una perspectiva errada de la vida, acumular riqueza en el cielo equivale a una visión justa de la vida, una perspectiva bíblica de la vida venidera.

Respecto a esta alternativa de vida, Cristo ordena a Sus seguidores a acumular riquezas, pero en el cielo donde Cristo reina ¿Por qué? Porque donde esté tu tesoro ahí estará tu corazón. Es del cielo que Cristo volverá a tomarnos para que estemos con Él eternamente (Colosenses 3:1-4). Para los cristianos esta vida terrenal no es lo único que tenemos, tenemos un galardón incorruptible reservado en los cielos, por ello en lugar de imitar la perspectiva de un mundo que vive esclavo de lo temporal por no tener una esperanza verdadera, nosotros vivimos según la perspectiva del cielo en donde la voluntad de Dios es hecha con urgencia y gozo, en donde lo único que importa es que el nombre de Dios sea santificado. Pero ¿Cómo se hace… cómo se acumulan tesoros en el cielo? Como ya hemos aprendido: trabajando diligente y honestamente para proveer para tu familia y disponiendo de tus recursos para proveer para las necesidades de aquellos que a pesar de sus esfuerzos no tienen todo lo que necesitan (mayormente nuestros hermanos en la fe) sin decirlo a nadie, ni siquiera a ti mismo; usando los recursos y dones que Dios que has recibido de parte de Dios para ayudar a otros y para apoyar a que Su reino sea extendido por medio de la predicación del evangelio (Lucas 8:2-3; 2 Corintios 9:7-8).

Cristo quiere que nuestros tesoros se acumulen en el cielo donde no hay corrupción. La polilla y el óxido no pueden corromper aquello que es incorruptible (1 Pedro 1:4). Nada puede contaminar esta herencia eterna, ningún acontecimiento puede disminuir su valor, nada hay que podamos atesora aquí y ahora que pueda compararse con la herencia que Dios ha reservado para los que le conocen y obedecen a Su evangelio, aquellos que han lavado sus vestiduras en la sangre del cordero y en este tiempo en medio de una generación maligna y perversa ya no viven para sí mismos sino que viven para honrar en todo momento a Aquel que es su Señor guardando y obedeciendo Su Palabra. En el cielo nadie podrá quitarnos nuestro tesoro, no seremos defraudados y todo cuanto se nos ha prometido nos será dado, porque el que ha prometido no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse de lo que ha prometido (Números 23:19) Entonces ¿Qué tesoros tienes acumulados? ¿Qué dice tu tesoro acerca de dónde está tu corazón?

“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!” (2 Pedro 3:10-12) ¿Trabajarás toda tu vida sólo por lo que un día será destruido? ¿Afligirás tu alma y gastarás tu fuerza sólo por aquello que no permanece para siempre? o ¿harás del reino de los cielos tu tesoro de gran precio por el cual puedes con gozo dejar absolutamente todo en esta tierra sólo por poseer ese tesoro incomparable? Si es así no pares, se diligente y aprovecha cada oportunidad que tengas para ponerla al servicio de una recompensa mayor a un bienestar temporal y efímero.

Oración: Amado Padre celestial concédenos aprender y retener todo esto que nos has enseñado por medio de Tu Palabra, derriba amado Señor todo argumento contrario que hasta este día me llevó a vivir siguiendo la perspectiva de vida que siguen los que no te han conocido ni han creído a Tu evangelio. Padre abre mis ojos no sea que al presentar mis obras delante de ti solo tenga madera, heno y hojarasca que al ser probada con Tu fuego sea consumida. Dame un corazón que cada día procure construir un tesoro eterno, un corazón que no vive para lo temporal. No permitas que mi alma sea esclava del placer y los deleites temporales del pecado. Ten misericordia y dame una manera de ver y vivir la vida que sea bíblica y que te honre a Ti, dando prioridad a aquello que es eterno, valorando los bienes temporales en justa medida y poniendo mi corazón en Cristo, en Tu cielo y no en la tierra. Amén

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Comentarios

Shirley García
hace 3 meses

Amén 🙏🙏🙏