
“Mas, buscad primeramente el reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” Mateo 6:33
Afanarnos por lo que no es eterno solo nos hará miserables en este tiempo e incluso en la eternidad, por ello la urgencia y el anhelo en nuestro corazón debe ser por aquello que a vida eterna permanece. Esta es la razón por la que finalizando esta parte de Su sermón Cristo dice: busquen antes que todo lo demás el reino de Dios y Su justicia y todo lo demás les será añadido.
Venimos a Dios todos los días con nuestra lista de peticiones, cosas que para nosotros son importantes incluso indispensables y rogamos por ello, y eso está bien porque Cristo nos enseñó a pedir por nuestro pan cotidiano pero la oración es para mucho más que eso. Nuestro afán y ansiedad nos lleva a olvidarnos de aquellas primeras tres peticiones que en verdad harán la diferencia en nuestras vidas, hogares y comunidades… somos hijos del Padre celestial deberíamos entonces estar buscando Su reino y Su justicia, deberíamos clamar sin desmayar “venga Tu reino, hágase Tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra” pero antes de orar por ello debemos estar comprometidos con ello, porque no tiene sentido repetir: “venga Tu reino y hágase Tu voluntad” si no estamos interesados en conocer Su voluntad y mucho menos obedecerla. Si en verdad estamos convencidos que Dios es nuestro Padre y que Él es digno de todo honor, entonces pedir “venga Tu reino” será la manera de rogarle a ÉL que gobierne nuestra manera de ser, pensar, hablar y actuar. Y este deseo será evidente para Dios y los demás en la manera como trabajamos para conocer el querer de Dios respecto a cada detalle de nuestra vida… en lugar de trabajar solo por aquellas cosas que son temporales, pondremos esa responsabilidad al servicio de un propósito eterno: conocer más a Dios para santificarle mejor a través de lo que cotidianamente hago.
Cristo nos está llamando buscar intencionalmente que el gobierno de Dios esté sobre nuestros pensamientos más secretos, sobre los deseos más guardados de nuestro corazón y que desde esa intimidad alcance también las actividades públicas de nuestra vida de tal manera que nuestra luz alumbre a través de todo lo que hagamos para que los hombres puedan ver nuestras buenas obras y glorifiquen también a nuestro Padre celestial. Las añadiduras deben servir para magnificar a Dios y que otros lleguen a conocerlo… entonces, si te vas a afanar por algo que sea por servir a Dios dedicando tu esfuerzo no a quejarte o a estar ansioso, no a un empleo que te aleje de tus responsabilidades como padre o madre, no a un entretenimiento que te alejan de tu familia y te impiden ser luz en tu casa… No dediques ese tiempo que no volverá en cosas inoficiosas. Es hora de estar afanados, pero por ocuparnos de aquello que es verdaderamente importante: hacer un tesoro en los cielos, sin perder de vista que los días son malos y que por ello debemos aprovechar bien el tiempo (Efesios 5:16). Entonces si tienes un empleo desarrolla tu labor con verdad y en integridad sin perder de vista que ese empleo es sólo un canal y no la fuente de tu provisión, por ello no permitas que tu empleo se convierta en lo que más honras y sirves. Que todo lo que hagas apunte a manifestar la grandeza de Dios: tus palabras, tu conducta… que toda tu vida sea una invitación viva que diga a los que no han creído: ¡entren por la puerta estrecha, escojan la vida para para que vivan! Busca con dedicación la justicia del reino de los cielos y serás saciado.
Oración: Señor Tú nos has prometido darnos las capacidades y recursos necesario para nuestra vida aquí en la tierra en tanto que llegamos a nuestra morada eterna. Guárdame de dedicarme sólo a las cosas temporales de este mundo como si esto fuera todo… viviendo como viven los que no te conocen. Padre no permitas que los afanes de la vida me hagan olvidar que soy tu hijo y que lo único que debo buscar con dedicación y afán es Tú reino y Su justicia. Que mi pensamiento pueda permanecer centrado en ti: en la persona que Tú eres, en Tus promesas, en Tus obras y que al meditar en ello mi alma pueda permanecer anclada a Ti que eres Roca inconmovible de tal manera que nada que sea temporal pueda hacer desfallecer mi corazón. Amén
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Amén 🙏🙏🙏