
“No juzguéis, para que no seáis juzgados” Mateo 7:1
Después de enseñar quienes son los cristianos ilustrándolos a través de las bienaventuranzas fuimos advertidos sobre cómo deben vivir los cristianos y como deben ver la vida que en resumen es vivir conscientes de la presencia de Dios, bajo Su autoridad y para Su gloria. Sin angustias ni afanes no importando que pueda surgir en la cotidianidad de nuestros días, porque nuestras vidas están escondidas en Dios con Cristo.
Lo que Cristo hace ahora es introducirnos a la parte final de Su sermón enfatizando que todo el tiempo vivimos en presencia de Aquel ante quien un día debemos dar cuentas. No juzguéis, es lo que enseña en esta parte el Señor a Sus discípulos y a nosotros, pero ¿Qué quiere decirnos? Es decir, no condenes a otro ni busques la manera de vengarte, antes “dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor” (Romanos 12:19) al final se verá el resultado de la fe que cada uno profesó en Cristo y la Palabra que hemos oído nos juzgará. No tenemos por qué afanarnos con el mal proceder de otras personas porque finalmente todo pecado será juzgado, Dios no será burlado y sólo aquellos que hagan la voluntad de Dios podrán disfrutar de la vida eterna y esa voluntad ha sido revelada en Su Palabra. Un día estaremos ante el juez de toda la tierra y nada de nuestras vidas estará oculto ante Él, nada que digamos podrá justificarnos. Seremos juzgados por nuestras obras, no porque la salvación sea por obras (Efesios 2:8-9) sino porque la salvación produce obras. Son nuestras obras (las obras que Dios ha visto) las que dan testimonio si en verdad estamos en Cristo, si fuimos redimidos y por tanto justificados por Su sangre. Dice Apocalipsis 20:12-15 que todos grandes y pequeños estaremos de pie delante del trono y serán abiertos los libros en los que se han registrado nuestras obras y posterior a ello otro libro será abierto también, el libro de la vida, aquel que cuyo nombre no se halle inscrito en el libro de la vida será lanzado en el lago de fuego, que es ese lugar de ruina y sufrimiento interminable de los enemigos de Dios, aquellos que nunca conocieron a Dios ni creyeron a Su evangelio y por tanto nunca nacieron de nuevo ¿Qué podría ser dicho aquel que día que pueda justificarnos?
Por tanto, el juicio que hagamos ahora, no puede ser condenatoria. Sin importar cuan terrible sea la conducta de una persona, puede ser justificado por la gracia de Dios si en verdad cree. Dice Ezequiel 18:30-32 “Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos. Convertíos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina. Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis? Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis” Esa es la gran pregunta ¿Por qué moriréis? Si Cristo ya ha tomado tu lugar en la cruz para recibir el juicio de Dios para que todo aquel que en Él crea no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16).
No importa cuán grande sea el abismo que nos separe de Dios, la cruz es suficiente para acercarnos a Él, no existe nadie para quien la sangre derramada en la cruz no pueda cubrir sus iniquidades delante del Único Dios Verdadero. Por tanto, no juzguéis porque no sabes finalmente cual será el veredicto de Dios.
Oración: Padre perdona mi maldad que me insta a juzgar condenatoriamente a mi prójimo siendo que Tú aún no has dado la última palabra respecto a su vida. Señor que el haber sido participe de una salvación tan grande e inmerecida me lleve antes que a juzgar condenatoriamente a tratar con la misma misericordia con la que Tú me has tratado a quienes no han recibido aún un corazón y un espíritu nuevo. Padre, aunque no peque del mismo modo, no soy mejor que mi prójimo que aún no ha creído, y por ello ruego para que Tu gracia sea obrando en su vida del mismo modo que lo has hecho en mí, que mi prójimo también pueda tener en este tiempo obras que alumbren en medio de las tinieblas y que inviten a quienes le conocen a glorificar Tu nombre. Amén
Añadir comentario
Comentarios
Amén 🙏🙏🙏
Ayúdanos señor. Amen