
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” Mateo 7:15
¿Hay profetas hoy? Depende del contexto en que usemos esta palabra. Si entendemos por profeta a uno que trae “nuevas revelaciones” de parte de Dios, la respuesta es no, todo lo que Dios quiso dar a conocer a Su pueblo lo reveló inicialmente en el Antiguo Testamento y finalmente a través de Su Hijo (la Palabra encarnada) afirmar que la iglesia necesita nuevas revelaciones es afirmar que el ministerio profético de Cristo fue imperfecto. Pero si entiendes que un profeta es aquel que enseña la voluntad de Dios revelada en la Escritura, aquel que con temor y diligencia escudriña las Escrituras para enseñar al pueblo de Dios la mente de su Señor… entendido así, el ministerio profético sigue vigente. Ahora sabiendo esto, entonces ¿Qué es un falso profeta? Bueno, es alguien que pretende hablar en nombre de Dios, pero que en verdad habla por cuenta propia o influenciado por Satanás, es uno que usando el nombre de Dios habla falsedades (Jeremías 14:14)
El problema de un falso profeta no es sólo su mensaje, sino que un falso profeta tiene una personalidad bastante atractiva y eso unido a que lleva con él una Biblia, habla en nombre Dios y menciona recurrentemente al Señor Jesucristo, hace que sea más difícil discernir si es o no un verdadero profeta de Dios, él no va a venir a ti hablando en nombre propio o en nombre de Satanás, el vendrá a ti en nombre de Dios. Ahora, teniendo en cuenta el contexto en que Jesús hace esta advertencia a Su pueblo podemos identificar con mayor precisión a un falso profeta. Jesús acaba de invitar a los que le escuchaban a entrar por la puerta estrecha, y junto con esta invitación Él también advierte que delante de nosotros también hay una puerta ancha que no es otra cosa que la alternativa que Satanás ofrece a todos aquellos que desean alcanzar el reino de los cielos sin tener que sufrir las vicisitudes que trae consigo el camino angosto de Cristo (Mateo 7:13-14) considerando este contexto podemos deducir que la característica principal de los falsos profetas es que prometen salvación y al mismo tiempo rebajan las exigencias del evangelio. Ofrecen salvación sin tener que cruzar por la puerta estrecha ni tener que andar por el camino angosto ¿Es esto posible? Su mensaje es uno que adormece la intranquilidad del corazón de quienes lo escuchan, de tal modo que aquellos que lo creen a pesar de ser pecadores practicantes experimentan tranquilidad y paz a medida que avanzan al día en que todas sus obras serán examinadas y juzgadas por Dios… su conciencia ha sido cauterizada por la práctica del pecado y la creencia en un falso evangelio, ellos están en paz a pesar de que claramente pueden ver que en sus vidas no están las señales que acompañan el verdadero arrepentimiento y la verdadera fe.
¿Cuáles son los pasos que debe dar el pecador para entrar por la puerta estrecha? En primera instancia arrepentirse de sus pecados y poner su confianza en que la obra de Cristo es suficiente para apaciguar la ira que sus pecados han provocado en Dios; posterior a esto tomar la decisión radical de apartarse de su vida de pecado para comenzar a vivir ya no para complacerse a sí mismo sino vivir para la gloria de Dios. Ese es el mensaje claro que encontramos en todo el Nuevo Testamento. Cualquiera que enseñe un camino diferente para llegar al cielo que no sea a través de la puerta estrecha del arrepentimiento y la fe, es un falso profeta, aunque cite media Biblia en cada sermón.
Oración: Amado Dios concédenos la gracia para discernir. Padre, purifica en mi la intención por la cual me he acercado a ti… de tal manera que ningún deseo egoísta nuble mi capacidad de discernir. Muchos vienen a ti para tener bendiciones aquí y ahora, otros vienen a ti porque quieren evitar el infierno, pero pocos vienen a ti agobiados por la culpa de ser incapaces de vivir para Tu gloria, pocos son los que desean un corazón nuevo para poder glorificarte y gozar de Ti para siempre. Oh Señor el cielo sería un infierno si estando allí yo no puedo deleitarme en Ti. Purifica mis intenciones ahora, ayúdame a discernir si en verdad he creído y obedecido al verdadero evangelio y de ser necesario guíame a una iglesia local que predique y viva el verdadero evangelio. Amén
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