
“Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis” Mateo 7:16-20
Entonces los falsos profetas tienen la apariencia, pero no son de Dios. En algún momento su vida y enseñanza evidenciará que en verdad no son de Dios. Un falso profeta podrá llevar por un tiempo una buena vestimenta de oveja, pero tarde o temprano Dios permitirá que sea evidente que no son más que hombres impíos habladores de vanidades, su piedad es sólo una apariencia y por ello Cristo dice: ¡Cuidado, son lobos rapaces! A ellos les interesa sólo su lucro, fama y deseos. Ellos no están buscando que todas las cosas sean comunes en la iglesia y que ninguno tenga necesidad (Hechos 2:44-45) son gente que egoísta y maliciosamente hacen extraviar a otros para tener un lucro personal… entonces, se necesita mucho más que mera apariencia. El Señor nos está advirtiendo: aparta tu oído de la enseñanza del falso profeta. Yo creo que nunca antes fue tan necesaria esta advertencia como en nuestros días, hay tantos “predicadores” que seguir en las redes y tanta gente queriendo oír un mensaje bonito, que les haga sentir bien (a pesar de que no están bien), gente que busca una dosis rápida de consuelo pero que no desean participar de la disciplina de un discipulado bíblico. Jesús dice: ¡Cuidado! Ten cuidado de la doctrina a la que le estás diciendo ¡amén!
Que fascinante resulta para muchos aquella fuerte proclamación “así te dice el Señor” aunque en verdad Dios no ha dicho nada. De hecho, al respecto Dios ha dicho: “He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: Él ha dicho. He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a Mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová” (Jeremías 23:31-32) la predicación de un falso profeta mueve las emociones, pero no renueva el entendimiento. Sólo son palabras vacías escogidas intencionalmente para impresionar y agradar mentes carnales que pretenden hacer de Dios una cisterna más de la que desean beber cuando les conviene. Por ello siempre que un falso profeta habla multitudes se regocijan, porque están recibiendo un mensaje de consuelo a pesar de vivir en abierta rebelión contra Dios, pero aborrecen siempre que se confronte su iniquidad con la verdad de la Escritura. Son gente que desea tener un Dios extraordinario, pero desean vivir igual como vive todo el mundo… el Único Dios Verdadero es incomparable y tan singular como es Él así desea que lo sea Su pueblo: una nación santa, distinta a los demás.
Anunciar bendición a quien abiertamente avanza por el camino de la maldición es una falsa enseñanza que en lugar de guiar al arrepentimiento aleja del camino angosto que lleva a la vida. A menos que seamos confrontados con nuestra condición pecaminosa y nuestra necesidad constante de arrepentimiento, de aborrecer el pecado y de tener fe en Cristo no veremos la vida, así que es mucho más que repetir una oración… por tanto, ten cuidado con aquella falsa enseñanza que te conduce a vivir un cristianismo superficial que no ofende a nadie, un cristianismo sin cruz, que no es otra cosa que un camino ancho que lleva a la perdición y nos aleja por completo de Dios.
Oración: amado Dios necesitamos discernir no sólo para identificar a los falsos profetas, también para examinarnos a nosotros mismos si es que en verdad estamos en la fe, si es que en verdad hemos creído en el verdadero evangelio. Señor Tú has dotado a Tu Iglesia con los medios para poder hacerlo, que podamos usar estos medios con responsabilidad, que no tomemos livianamente Tu Palabra, antes que Tu Palabra sea lámpara que alumbre nuestras tinieblas y nos permita ver el error. Oh Señor soy débil, no hay en mí tal fuerza natural como para entrar por la puerta estrecha y andar por la senda angosta ¡miserable de mí! Líbrame de este cuerpo de muerte, oh Dios dependo por completo de Tu gracia, ayúdame por amor de Ti mismo. Amén
Añadir comentario
Comentarios
Amén 🙏🙏🙏