¿Cristianismo o un ritual superficial?

“Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” Mateo 7:23

¿Cómo puede alguien reconocer a Cristo como Señor sin estar dispuesto a hacer Su voluntad? ¿Cómo puede uno engañarse a sí mismo y convencerse de que es cristiano, pero en realidad no lo es? Bueno hay que decir que por naturaleza somos propensos al autoengaño que conduce a la falsa paz. Por ello, dado que en aquel día será demostrado el autoengaño, es bueno que examinemos conscientemente nuestras vidas y si hallamos en nosotros autoengaño, supliquemos la gracia de Dios para alejarnos del autoengaño y cultivar en nosotros un interés y prioridades correctas en nuestro caminar con Cristo.

Sepamos que: Hay autoengaño cuando no hay un interés genuino por Cristo, respecto a esto aclaremos que estar interesado en Cristo es mucho más que profesar el cristianismo como se profesa cualquier filosofía. Es posible cumplir con la asistencia regular e incluso estar detrás de un púlpito predicando sin estar genuinamente interesado en Cristo… el interés superficial viene porque, aunque tengamos motivos para hacer lo que un verdadero cristiano hace, la razón detrás de lo que hacemos no es Cristo sino lo que deseamos de Él. Las congregaciones están plagadas con personas que no están interesadas en cultivar una relación con Cristo, y esta es la razón por la que Cristo dirá: “Nunca os conocí” este conocimiento no es intelectual sino relacional, Cristo está hablando de esa relación estrecha que Él tiene con Sus ovejas, que no sólo oyen Su voz, sino que siguen Su voz (Juan 10:14-15, 27)

¿A través de que medio hoy podemos oír Su voz? Sólo a través de la Escritura predicada y escudriñada. Sólo la Escritura puede llevarnos a reconocer nuestra indignidad ante Su gloriosa majestad, para rendirnos a Él por lo que Él es y por lo que Él hace, para implorar Su ayuda y consuelo para poder escucharle a través de Su palabra y seguirle. Considerando esto examinémonos ¿Cuándo fue la última vez que la Escritura obró de esa manera en mí? ¿Está mi corazón expectante cada culto por oír la voz del Buen Pastor para seguir Su instrucción? ¿Hay deleite y anhelo en mi corazón por apartarme en lo secreto a orar a mi Padre que está en los cielos? Cuidado, cualquier otro interés que te lleve a hacer lo que hacen los cristianos, distinto a un verdadero deseo por tener una relación con Cristo no es otra cosa que una forma de engañarte para tener paz.

“Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?” Ese día muchos alegarán que su condenación es injusta porque hicieron muchas cosas para Cristo: poderosos y maravillosos hechos. Pero la sentencia no será cambiada: son hacedores de iniquidad que jamás escucharon ni siguieron la voz del Buen Pastor. Quien no conoce a Jesús como Señor y Salvador se ocupa con muchas cosas, aparentemente relacionadas con el reino de los cielos, pero no se ocupa en crecer en la gracia y el conocimiento de Cristo. Unos irán de un lado para el otro buscando donde experimentar: poder, unción, sanidad y milagros, solución a sus problemas, pero no buscan a Cristo porque han conocido quien es Él, a pesar de ello, dicen ser cristianos. Unos viven como impíos, pero como van uno que otro domingo a la iglesia por ello dicen que son cristianos. Gente, no nos engañemos a nosotros mismos creyendo que somos cristianos porque hacemos cosas de cristianos, si nuestro principal interés no es Cristo, no entraremos en el reino de los cielos.