
“Cualquiera, pues, que Me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Pero cualquiera que Me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena” Mateo 7:24, 26
Una vez más Jesús hace una distinción entre el cristiano falso y el verdadero, ahora a través de la comparación entre un hombre prudente y uno insensato. Y esta diferencia es fundamental entre el cristiano y el que no lo es (aunque haga cosas de cristianos). No importa cuánto hayamos estudiado; quien no escucha con atención a Dios para obedecer Su consejo, es un insensato. La verdadera sabiduría reside en el temor de Dios, por ello me pregunto: ante las palabras de juicio dichas por Cristo, ¿quién no temerá y glorificará Su nombre? Hoy, hermanos, el Señor nos llama a edificar sobre la Roca.
Partiendo del hecho de que todos los seres humanos deseamos lograr algo en nuestra vida, el Señor Jesús ilustra Su enseñanza comparando dos tipos de personas, que construyen dos tipos de casas. Y nos dice en primer lugar: “Cualquiera, pues, que Me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca” Entonces, ¿qué espera el Señor de aquellos que le escuchan?, precisamente, que edifiquemos sobre la Roca, ya que eso es lo prudente. Esta prudencia implica pensar cuidadosamente antes de construir, considerar las situaciones que pueden surgir, y asegurarse de estar preparado para afrontarlas. Ahora, reconociendo los peligros que nos rodean, construir con prudencia exige ir mucho más allá de lo superficial. Seguramente requerirá más tiempo, esfuerzo y dedicación, pero es la única manera de garantizar un buen cimiento, que ofrezca solidez a toda la edificación. Somos parte de una humanidad caída y vivimos en un mundo marcado por el dolor, la enfermedad y la muerte (Romanos 8:19-22) ¿qué sentido tiene nuestra vida en medio de estas realidades?, ¿cómo podemos edificar nuestras vidas y nuestras familias con sensatez y prudencia? La respuesta está en escuchar atentamente las instrucciones para construir.
No es sensato construir una casa según nuestros criterios personales sin atender las normas que garantizan la solidez de la edificación. Aquellos que son prudentes prestan atención a las instrucciones porque desean edificar bien. Así, el verdadero creyente estará dispuesto para escuchar a Cristo en primer lugar, antes de actuar. Antes de expulsar demonios, de hacer “milagros” en Su nombre, de enseñar, predicar, evangelizar, u ofrecer cualquier servicio a Cristo. Un verdadero creyente prioriza escuchar a Cristo y cultivar una relación con Cristo, mucho más que realizar obras que impresionen a los hombres en Su nombre. Si anhelas ser un verdadero discípulo y edificar tu vida sobre la Roca, debes estar dispuesto a escuchar con atención las instrucciones, pero recuerda que no basta con oír, es fundamental obedecer lo que se escucha. Por eso en Santiago 1:22 encontramos esta advertencia “…sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” Escuchar atentamente implica obedecer y seguir las instrucciones. Asistir a la iglesia y oír la predicación, no es suficiente, escuchar con atención y seguir las instrucciones que le da el Señor, eso es lo que Cristo llama prudencia. El cristiano genuino, el que ama a Cristo, no solo lo escucha, sino que, reconociendo que ha sido salvado por gracia, se rinde por completo en agradecimiento y en dependencia del Espíritu Santo, busca crecer en su obediencia al Señor (Juan 14:23, 15:1-5)
Hermanos ¿qué hemos aprendido en este sermón del monte? ¿qué nos ha dicho Cristo?, no podemos ser oidores que olvidan rápidamente, debemos ser hacedores de Su Palabra, eso es lo que se espera de nosotros. ¿lo estamos haciendo?, ¿estamos comprometidos en hacer la voluntad de Aquel que nos llamó a Su gloria eterna?, ¿estamos edificando sobre la Roca?
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Amén 🙏🙏