El poder de Su gracia

Publicado el 18 de marzo de 2025, 4:23

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por Su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” Efesios 2:4-6

Hoy, al contemplar esta poderosa verdad, nos encontramos ante el acto decisivo de Dios en la conversión: «nos dio vida juntamente con Cristo» aun «estando nosotros muertos en pecados». Reflexionemos en esto: para Dios, estábamos completamente muertos. En nuestra indiferencia, éramos incapaces de buscarlo, viviendo sin interés alguno por las cosas del espíritu, sin apreciar la belleza de Cristo. Verdaderamente, éramos ajenos a lo que realmente importa.

Pero, queridos hermanos, aquí es donde brilla la gloria de nuestro Dios. Él actuó incondicionalmente, antes de que pudiéramos hacer siquiera un movimiento hacia Él. En Su gran amor y misericordia, nos dio vida. ¡Oh, cuán maravilloso es! Por Su poder soberano, despertó nuestros corazones de la muerte espiritual, permitiéndonos contemplar la gloria de Cristo (2 Corintios 4:4).

El versículo 4 de Efesios 2 nos dice que esto fue un acto de misericordia, un derramamiento de Su compasión. Dios vio nuestra falta de vida y se conmovió. Reconoció la abrumadora paga del pecado que nos lleva a la muerte eterna y, en medio de nuestra desesperación, Su misericordia fluyó como un río sobre nosotros. Y es aquí, hermanos, donde Pablo, en su profunda sabiduría, se detiene en su discurso para insertar una frase vital: «por gracia sois salvos». ¿Por qué hace esta pausa? Él sabe que es el momento ideal para recalcar la gratuidad de esta gracia. Mientras describe nuestra condición de muerte, entiende que los que están en tal estado no pueden cumplir condiciones. Si hemos de vivir, es solo por la intervención divina, un acto completamente gratuito de Dios.

Imaginemos por un momento lo que significa esto. ¡Qué acto puede ser más unilateral en su gratuidad que el de alguien levantando a los muertos! Eso es lo que la gracia significa: un regalo inmerecido, una acción que nada puede negociar. No hubo un esfuerzo de nuestra parte; fue solo la mano amorosa del Padre que nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús. Así que les pregunto: ¿han contemplado la grandeza de esta gracia? Cuando nos vemos a nosotros mismos en nuestra incapacidad y miseria, el llamado es claro: dejemos que la misericordia de Dios nos envuelva. Vengamos a Cristo, porque sólo Él puede darnos vida. Solo en Él, y sólo por Su gracia, encontramos la redención.

Oración: Oh Señor al contemplar todo lo que por medio de la cruz compraste para mí entiendo porque el precio que tuviste que pagar fue tan grande, no hay manera en que yo pueda retribuir algo de lo que por medio de la cruz he recibido y por ello Tú lo has hecho gratuito para mí, no hay nada que pueda atribuirme a mí mismo en mí salvación, ni siquiera en mi andar cristiano todo proviene de Tu gracia y si por Tu gracia hoy puedo reconocerlo Señor no lo paso por alto y una vez más te ruego: ayúdame a amarte con toda mi alma, con toda mi mente, corazón y fuerzas. Amén

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Comentarios

Shirley García
hace un mes

Amén 🙏🙏