
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” Hebreos 12:1
En el capítulo 11 de Hebreos, encontramos lo que podríamos llamar el salón de la fama de la fe del Antiguo Testamento. Allí aparecen los grandes santos que, por fe, hicieron obras extraordinarias y dejaron una huella imborrable. Aunque físicamente ya han partido de este mundo, sus vidas aún resuenan con fuerza en nuestros corazones y mentes. Sus cuerpos han muerto, pero sus testimonios siguen hablando. Hebreos 12:1 nos recuerda la grandeza de estos personajes, describiéndolos como "una gran nube de testigos". Mientras avanzamos en nuestra carrera, sus ejemplos nos inspiran y advierten.
Dios utiliza la metáfora de una carrera, un maratón que todos estamos corriendo. Y en este contexto, nos instruye: “despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”. Esta exhortación es clara y directa: no te rindas en esta carrera de la vida. Sin importar las circunstancias que enfrentes, sigue avanzando. No permitas que nada te detenga porque estás rodeado de testigos que ya han culminado su carrera. Ellos lo hicieron, y tú también puedes lograrlo. Escucha su voz diciendote: “Tú puedes hacerlo. Yo terminé, ¡tú también puedes terminar!” Es importante notar que el corredor que triunfa es aquel que se prepara adecuadamente y que no lleva consigo cosas que le hagan más pesado ¡Desecha todo peso! Esfuérzate por correr con honestidad y pureza.
Reflexionemos, querido corredor, cuántas veces hemos cometido el error de preguntarnos: “¿Qué tiene de malo?” y como no hemos encontrado “nada malo”, nos hemos entregado a hábitos y prácticas que, en vez de ayudarnos, solo disminuyen nuestro avance. En lugar de ello deberíamos preguntarnos: “¿Esto me hará un mejor corredor? ¿Me ayudará a desempeñarme mejor en la carrera?” No se trata de ver cuánto podemos hacer sin caer en pecado, sino de determinar si nuestras acciones nos impulsan hacia adelante. Vivir nuestra fe con un estándar bajo, acumula sobre nosotros peso adicional que nos ralentiza y el llamado de Dios es a despojarnos de todo lo que nos impide avanzar eficazmente… No vivamos la vida cristiana tratando de encontrar el mínimo necesario; eso es absurdo si realmente hemos conocido a Jesús.
Así que, no corras con peso adicional. Este es el llamado de Dios para nosotros. Date cuenta qué te está deteniendo y ten la valentía de deshacerte de ello. Avanza en esta carrera con la determinación de alcanzar la meta y glorificar a Aquel que te ha llamado.
Oración: Señor en nuestro deseo de ser neutrales hemos introducido a nuestro vivir prácticas que, si bien no constituyen una ofensa directa a Tu santidad, nos desvían de Tu propósito: terminar con éxito la carrera. Hemos querido no ofender y encajar, y aunque no hemos dejado la pista hemos disminuido nuestro avance y por ello te pedimos perdón, por no estar dispuestos a salir de la comodidad, por no estar dispuestos a padecer por causa Tuya. Señor, muéstrame de que debo despojarme, dame dominio propio para negarme a ello y templanza para mantenerme firme en mi propósito de terminar la carrera. Amén
Añadir comentario
Comentarios
Amén 🙏🙏🙏