En Sus manos

Publicado el 31 de mayo de 2025, 5:13

El salmista clama: “Más yo en ti confío, oh Jehová; digo: ¡Tú eres mi Dios! En Tus manos están mis tiempos” (Salmo 31:14-16). Al meditar en estas palabras, debemos entender que David, aun habiendo vivido mucho y enfrentado pruebas innumerables, confiaba firmemente en la fidelidad del Dios Altísimo. No era una confianza vana, ni era una esperanza superficial; era una seguridad fundamentada en la soberanía del Dios que controlaba cada aspecto de su vida. Y esa misma verdad, querido hermano o hermana, es la que debemos abrazar en nuestro caminar diario. No dejamos nuestro destino en la suerte, ni en el azar, ni en los caprichos de decisiones humanas; nuestra vida está en las manos del Dios que nos adoptó en Cristo. La paternidad de Dios no es sólo un concepto teológico, sino un refugio vivo y presente. En medio de nuestras luchas, en medio de nuestras dudas y temores, podemos acercarnos confiados, sabiendo que en la mano de Dios están nuestros días, que Él cuida con amor paternal cada uno de sus hijos.

En ese consuelo debemos permanecer, porque la Escritura nunca nos dice que jamás enfrentaremos dificultades. Sin embargo, nos asegura que, en medio de ellas, Dios no nos abandona. La razón por la cual podemos confiar tan plenamente es porque no es una mano débil la que nos sostiene, sino la misma mano que sostuvo a Su Hijo en la cruz. Cristo fue desamparado en la cruz para que ningún hijo suyo tenga que experimentar esa misma desolación eterna. Isaías nos recuerda: “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque ella olvide, yo nunca me olvidaré de ti” (Isaías 49:15). El cuidado paternal de Dios es una realidad; Él está cerca, siempre atento, siempre dispuesto a sostener a Su pueblo en Sus manos. Pero, ¿qué pasa si aún tú no te has refugiado en esa protección? Que quede claro: esta promesa de consuelo y seguridad no se aplica a aquel que no ha entregado su vida a Cristo en arrepentimiento y fe humilde. La misericordia de Dios es para los que creen, para los que se han rendido ante Su gloria, y para aquellos que, con humildad, claman día a día por Su perdón y por nuevas fuerzas para seguir andando en santidad. Porque el Señor retribuye en justicia a quienes viven soberbiamente menospreciando Su gracia y rechazando Su salvación. La Biblia nos advierte en Hebreos 10:31: “¡Horrenda cosa es caer en las manos de un Dios vivo!” Un Dios santo, justo, y terrible en Su justicia, que no trata con ligereza el pecado. No importa si eres niño, joven o adulto; si conscientemente te complaces en lo que sabes que Dios aborrece y estás sin Cristo, delante de ese Dios, estarás bajo juicio.

Pero no olvidemos: nuestro Dios es también un Dios de amor, un Dios compasivo. La cruz es la prueba suprema de Su misericordia, Él pagó el precio para que aquellos que crean en Cristo tengan vida eterna, perdón completo, y esperanza segura. No hay otra vía, no hay otra ciudad de refugio; en la cruz fue satisfecho el justo día de la justicia divina. Por eso, te digo con urgencia: ven a Cristo hoy mismo. No pongas en duda cuánto tiempo te queda, porque no sabes cuándo la muerte llegará a tu puerta. La muerte no respeta edad, ni posición social, ni ingresos; puede llegar esta noche, o en cualquier momento. No sigas jugando con la eternidad: acércate a ese Dios misericordioso y clama en Su presencia por Su gracia, ven reconociendo cuán miserable eres por estar atado a un cuerpo de muerte (Romanos 7:24) ven reconociendo que no has podido ni nunca podrás vivir para Su gloria sin Su gracia… Ven antes que sea tarde, eternamente tarde, y recibe en Cristo la vida que solo Él puede otorgarte. No rehúses la misericordia de Dios. Él está dispuesto a perdonarte, a salvarte, y a hacer de ti una nueva criatura. Solo confía en Su gracia, en Su hijo Jesús, y Él te salvará. Oh Señor haz cuanto sea necesario conforme a Tu misericordia, imparte vida conforme a la necesidad que hoy es visible delante de Ti, por amor de Ti mismo. Amén

Valoración: 4.75 estrellas
8 votos

Añadir comentario

Comentarios

Shirley García
hace un mes

Amén 🙏🙏