
“Pero tengo una queja en tu contra. ¡No me amas a mí ni se aman entre ustedes como al principio! ¡Mira hasta dónde has caído! Vuélvete a mí y haz las obras que hacías al principio” Apocalipsis 2:4-5 NTV
¿Qué acciones podemos tomar para volver al primer amor? Al responder a esta pregunta, quiero aclarar que no pretendo ser infalible; más bien, quiero ofrecerte principios que puedan guiarte en como una referencia útil: en primer lugar, es esencial reconocer la necesidad de Dios en nuestra vida. La Biblia nos instruye a “reconocer nuestra culpa”, y esto implica admitir frente al Señor, y también delante de hermanos maduros en la fe que formen parte de nuestro círculo más cercano, que el ritmo de nuestra vida ha superado el ritmo de la comunión con Cristo. Es importante hacer esta confesión antes de que esta realidad llegue a ojos de otros, porque en ocasiones, nuestra vida puede parecer que marcha bien —quizá demasiado bien— y esto puede enmascarar una profunda sequedad espiritual. Dios, sin embargo, conoce nuestro corazón y nos muestra nuestra condición interna, por eso es importante que alguien en quien confiamos también tenga conocimiento de esto. Pero esta confesión inicial no es aún arrepentimiento genuino; es simplemente un primer paso en ese camino. Pero es un paso importante porque que en el proceso de volver a Dios necesitamos a gente confiable (espiritualmente hablando) que esté a nuestro lado acompañándonos como lo hicieron aquellos tres con Jesús en Su hora de agonía en Getsemaní… No para recibir de ellos palmaditas de aliento, sino ofreciéndonos su compañía vigilando y orando con nosotros para que Dios pueda traer victoria en nosotros y a través de nosotros para que el mundo sepa que ha sido así… es una gran bendición contar con hermanos creyentes a quien podamos confiar tan grande responsabilidad y un enorme privilegio si has sido escogido por tu hermano para confiarte la obra de convicción de pecado en su vida.
Iglesia el aislamiento y la falta de comunión con los hermanos es un arma poderosa para Satanás, él quiere llevarnos a vivir y servir a Cristo por cuenta propia. No se lo permitamos, no permitamos que nuestros hermanos caminen solos, no escojamos nosotros mismos caminar solos. Siéntete libre para pedir a tus amigos más cercanos (que espero que sean creyentes) que en cualquier momento puedan hacerte preguntas como: ¿Cómo fue tu tiempo con Dios esta mañana? ¿Estás sirviendo a Dios con gozo? ¿Hay aspectos en tu vidaen los que estás predicando o enseñando algo que tú mismo no estás viviendo? ¿Hay algo que estás haciendo o dejando de hacer, y que prefieres que otros no conozcan? ¿Hay áreas en tu vida en las que sabes que no estás obedeciendo a Dios? ¿Hay algo de lo que necesitas arrepentirte? ¿El ritmo de tu vida está dejando atrás tu intimidad con Cristo? Tener un grupo de amigos en quienes puedas confiar y con quienes puedas abrir de manera sincera tu corazón es vital. Ellos te ayudarán a ejercer disciplina espiritual en tu vida, no porque sean mejores que tú, sino porque te conocen, te aman, oran por ti y también están dispuestos a rendir cuenta de sus vidas y a permitir que tú hagas lo mismo con ellos. La comunidad cristiana no debe ser un lugar de aparente perfección, sino un espacio de acompañamiento, corrección amorosa y crecimiento mutuo en la gracia de Cristo.
Iglesia, tu carta de presentación es tu caminar con Dios. Si pierdes eso, no tienes nada que presentar… porque todo lo demás comparado con esto es basura. Si no puedes poner tu caminar por Dios por encima de todo estarás vendiendo tu alma a cualquier ocupación o persona… No puedes hacerlo. La tentación estará ahí todos los días, pero Cristo murió en la cruz para que tú puedas levantarte sobre esta y cada tentación como uno que es más que vencedor en Él. Hoy quiero preguntarte ¿Cómo está tu amor por Cristo hoy? ¿Has perdido la devoción de tu juventud espiritual? Piensa en esto y pregúntate ¿Qué le agradará más a Dios que tengas una vida que en lo temporal parece un grandioso testimonio de la prosperidad terrenal de un creyente o que tengas una relación más íntima, personal y transformadora con Él? Entiende que tu iglesia, tu familia, tu empleador no necesitan a un inteligente, capaz y exitoso miembro ¿Qué necesitan de ti? Un creyente que ame a Cristo con todo su corazón… a eso se reduce todo.
Dios nos está diciendo: «Recuerdo el amor de tu juventud» (Jeremías 2:2). Iglesia Dios recuerda y Él nos llama a recordar, y luego una vez que recordemos, Él dice: «Vuelve, reconoce tu culpa. Sé honesto y regresa. Yo sanaré tu infidelidad, y entonces las naciones serán benditas en Él, y en Cristo se gloriarán». ¿Puedes ser lo suficientemente honesto ante Dios, contigo mismo e incluso frente a otros que están a tu alrededor para decir: «El ritmo de mi vida le ha ganado al ritmo de mi intimidad con Cristo, y quiero volver. Quiero dar el paso hoy para volver a mi primer amor, a mi devoción con Cristo»? Yo no sé dónde estás o dónde has estado, pero sé que no es la primera vez que Dios te habla sobre esto, Dios ha estado hablando a tu corazón. Lo único que debes decir es: «Quiero quitarme la máscara, quiero volver a ese primer amor… aviva Tu obra en mi vida en medio de este tiempo, en medio de este tiempo y circunstancia hazla conocer” Amén
Añadir comentario
Comentarios
Amén
Amén