El poder de la cruz hoy

Publicado el 1 de septiembre de 2025, 5:22

"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" Lucas 9:23

Este no es un simple recordatorio histórico; es un mandamiento vigente para quien quiere seguir a Cristo en cada latido de su vida.

Cuando la cruz aparece en la escena, no se trata solo de un sacrificio pasado: la cruz de Cristo salvó nuestra alma, sí; pero también revela el camino que debemos recorrer. Cristo murió para salvarnos del pecado y del juicio, y, al hacerlo, nos mostró que la vida verdadera pasa por una derrota diaria del yo: nuestro orgullo, nuestra autosuficiencia, nuestros anhelos desordenados. En Romanos 6:6 se nos recuerda que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él para que el cuerpo pecaminoso quede destronado; somos llamados a considerarnos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.

Cuidado con el engaño que quiere convertir la cruz en un símbolo meramente emocional o histórico. La cruz no es un accesorio de la fe, sino su motor: es poder para vivir en misericordia, justicia y santidad cada día. El autor de Hebreos nos invita a seguir adelante, incluso cuando el mundo desprecia la cruz: salgamos fuera del campamento, llevando la injuria de Cristo, porque aquí no tenemos ciudad permanente sino la que está por venir (Hebreos 13:13-14). Si quieres salvar tu vida, dice Jesús, debes perderla; si quieres seguirlo, debes tomar tu cruz cada día. La gracia de Dios no nos libera para vivir en comodidad; nos libera para vivir en fidelidad. Esto implica reevaluar lo que consideramos tesoro: no lo son riquezas mundanas ni aplausos humanos, sino la gloria de Dios y la vida que se entrega por los demás. La cruz no es una reliquia; es el poder que transforma hábitos, relaciones y prioridades. Cada día es una oportunidad para crucificar la soberbia, la envidia, la presunción y la dependencia de lo que el mundo celebra.

Hoy te invito a responder en humildad: reconoce dónde necesitas someter tu voluntad a la de Cristo, identifica qué áreas de tu vida requieren tomar la cruz de forma práctica y cotidiana. ¿Qué pensamientos, actitudes o hábitos necesitas abandonar para vivir más plenamente para Él? ¿Qué relaciones requieren un ejercicio de paciencia, servicio y amor que reflejen la cruz? Recordemos: la vida eterna no es simplemente un futuro incierto sino una realidad presente para quienes caminan en la dirección del Calvario a diario. Que nuestra mirada esté fijada en el tesoro celestial, y que nuestras acciones diarias muestren que el poder de la cruz está operando en cada rincón de nuestro ser.

Oración: Padre Celestial, gracias por Tu Palabra que nos llama a vivir en la cruz diaria y a reevaluar todo a la luz de Tu gloria. Ayúdanos a negar cada día nuestro yo y a tomar la cruz para seguir a Cristo, confiando en Tu poder para transformar nuestras vidas. Que la verdad de la cruz no quede en el pasado, sino que guíe cada pensamiento, palabra y acción de este día y cada día porvenir, para que nuestro tesoro esté en el cielo y tu nombre sea glorificado en nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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Comentarios

Shirley García
hace un mes

Amén

Yamileth
hace un mes

Amén, Ayudanos señor