Verdadera esperanza para una oscuridad real

Publicado el 16 de diciembre de 2025, 3:13

“Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor" Lucas 2:11

Se aproxima ese día que tanto para creyentes como para quienes aún no han conocido la gracia, puede parecer un respiro en medio de la agitación cotidiana, pero la familiaridad de la celebración, la comida y los regalos a veces oscurece el hecho de que hay una verdad más profunda que celebrar. ¿Y si, además de la celebración, este día nos está invitando a contemplar una realidad mayor?

La venida de Cristo nos revela a Dios de una manera única. No podemos conocer a Dios solo a partir de conjeturas humanas sobre Su carácter; por ello, Dios mismo se hizo carne y habitó entre nosotros. Al contemplar a Jesús, recibimos una visión directa del ser de Dios. Si Dios fuera solo un obstáculo para nuestras aspiraciones o, por otra parte, una figura bien intencionada pero impotente, nuestra esperanza sería limitada y cargada de desilusión. Pero si miramos a Cristo y lo vemos como la revelación plena de Dios, entonces hay razón para tener esperanza. En la persona de Jesús, Dios se acerca a la humanidad de una manera concreta y comprensible. Su encarnación no fue un episodio aislado de la historia; fue la confirmación de un vínculo inquebrantable entre Dios y la humanidad. Al unirse a la condición humana, Jesús experimentó las duras realidades de la vida humana, con sus pruebas, dudas y dolores. Él sabe lo que es vivir en un mundo marcado por la enfermedad, tensión social, desigualdades y preocupaciones económicas; por ello no sólo comprende nuestras circunstancias, sino que se compadece de todas ellas.

La encarnación de Cristo no es una curiosidad teológica, es la base de una esperanza real. Jesús es plenamente Dios y plenamente hombre, una sola persona una identidad eterna. Esta unión no fue temporal: es para siempre. En Cristo, hay alguien que no solo desea llevarnos a una relación con Dios, sino que tiene el poder para lograrlo: nos conduce hacia la comunión que restaura y perfecciona, Él es quien hizo posible que el corazón de piedra sea transformado en un corazón de carne (Ezequiel 36:26). En la primera Navidad, Dios y la humanidad se bautizan en una realidad única que posibilita, mediante la obra de Cristo, que la humanidad redimida se identifique con Él. Solo en esa unión descubrimos el perdón, la vida, el amor, la paz y una esperanza auténtica, poderosa y transformadora. Lo triste de estos días es que la celebración navideña se ve empañada por una actitud que deshonra a Dios en el nombre de la festividad.

Pero lo que ocurrió en aquel evento inicial no fue toda la obra de Cristo; la Navidad es apenas el inicio de su ministerio. El énfasis culminante de esa misión se dio años después en la Pascua. Jesús vino a un mundo oscuro para enfrentar la mayor oscuridad: la cruz. Él se hizo pecado para hacernos a nosotros justicia de Dios, vencer la condenación y traer luz a los que moraban en tinieblas. Él se humilló al tomar forma de hombre para rescatarnos de la oscuridad, por tanto, celebrar Su nacimiento deshonrando Su obra participando del pecado que le colocó en la cruz es vergonzoso… el mundo busca su satisfacción en fiestas que, cuando termine diciembre, solo serán un recuerdo y nada más. Pero aquellos que saben porque nació Cristo deberían hacer de esta temporada un tiempo para dejar a un lado todo lo que compite por nuestra atención y meditar en la maravilla del Dios-Hombre que vino a caminar junto a nosotros para llevarnos de vuelta al Padre.

Oración: Padre Celestial, te damos gracias por la encarnación de Tu Hijo y por la obra de redención que se inició en aquella Santa Noche y se perfecciona en la cruz y la resurrección. Ayúdanos a no contentarnos con celebraciones superficiales que no honran intencionalmente Tu nombre, sino a vivir plenamente en la realidad de la unión con Cristo, celebrando Su amor, Su fidelidad y Su gobierno en nuestras vidas. Que el fulgor pasajero de la temporada no nos impida contemplar, maravillarnos y deleitarnos en el resplandor de la gloria de Cristo. Amén

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Comentarios

Shirley García
hace 5 horas

Amen 🙏🙏🙏

Yamileth
hace 5 horas

Gracias mi Buen Dios por Jesucristo nuestro Salvador y Señor.