¿Qué tengo que hacer para tener a Jesús?

“Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No me buscáis porque habéis visto señales, sino porque comisteis panes hasta saciaros. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre” Juan 6:26-27

Así que no trabajéis por el alimento que perece, eso es simplemente comida común y corriente. No trabajes por la comida ordinaria que perece, no hagas de tu objetivo hacerte rico. No pienses principalmente en ese sueldo de muchos ceros. No pienses principalmente en los elogios a los hombres… No trabajes por ese tipo de razones, no te conformes únicamente con lo que este mundo puede dar porque a la final este mundo es como tierra seca y árida en donde no podemos hallar aguas que sacien verdaderamente nuestras almas.

Pero eso no es todo, Cristo va más allá teniendo en cuenta todo el trabajo que se tomaron para encontrarlo, Él les dice: “Trabajad por el alimento que a vida eterna permanece” es curiosa esta exhortación porque no se puede trabajar por la vida eterna, es un regalo. Entonces ¿Por qué Jesús ordenó hacerlo? ¿qué quiere decir Jesús? Aquellos que le buscaban en ese momento respondieron a Jesús con una pregunta ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Parece lógico, Jesús les ha dicho que trabajen y ellos están preguntando que trabajo específicamente deben hacer… Jesús les respondió: “Esta es la obra de Dios, que creáis en el que Él ha enviado” y con esto puso todo patas arriba ¿Cómo así? Ellos realmente se estaban esforzando por buscarlo, trabajaron bastante… porque les era útil tenerlo cerca. Y para dejar claro les dice que no lo busquen de esa manera. ¿Quieres buscarme y trabajar por el pan? Trabajen por el pan que perdura para vida eterna. Y con eso los engancha, el trabajo que Dios espera de nosotros es fe. El trabajo es dejar de trabajar y confiar en él. Él está allí como Pan de Vida, ofreciéndose voluntariamente… Él va a entregar Su carne por el mundo, dice después. Él está allí como un tesoro y todo lo que alguna vez has necesitado, Él es para ti. Y ahí están ellos diciendo: “¿Qué tenemos que hacer para tenerte? Y Él decía: "Si no me consideras un tesoro, si no me ves como un tesoro, ningún trabajo me hará valioso para ti".

Muchos hay que trabajan para tener a Jesús para resolver dificultades económicas, familiares, enfermedad, desempleo… etc., trabajan con compromiso: se congregan, oran, ayunan, vigilan, leen la Biblia… pero nada de esto hace valioso a Jesús ¿Cómo lo sé? Porque tan pronto reciben lo que buscan cambian y se olvidan de Él, lo olvidan porque no es su tesoro, lo relegan porque Él no es valioso… lo que aparentemente consiguieron de Cristo es lo valioso, pero Él no lo es. Entonces trabajar para tener a Jesús no lo hace valioso para ti. Ver a Jesús lo hace precioso para ti y para ello tienes que nacer de nuevo. Nadie puede ver a Jesús a menos que nazca de nuevo (Juan 3:3). Nuestros ojos están ciegos, muertos a menos que Dios todopoderoso abra nuestro corazón para que digamos: “Señor mío y Dios mío”.