En riesgo de ruina

La enseñanza de Cristo nos revela que escuchar y poner en práctica Sus palabras es actuar como un hombre prudente que edifica su casa sobre la roca. Aunque vengan lluvias y vientos, su casa permanecerá firme. En contraste ¿Qué le espera al que escucha, pero no pone en práctica?

Construir sobre la arena, sin un cimiento sólido, es una insensatez peligrosa. Ignorar las enseñanzas de Dios es vivir como el necio del que habla el salmista el cual dice: “No hay Dios” (Salmo 14:1) puede que tú nunca te hayas atrevido a decir textualmente tales palabras ¿Pero qué dice tú conducta, ¿vives como uno que es consciente de la existencia de Dios, honrando Su presencia? o ¿actúas como un necio que vive como si Dios no existiera? Ignorar lo que Dios nos ha dado a conocer a través de Su Palabra es construir sin un fundamento firme, es un acto de rebeldía. Muchos escogen edificar sus vidas de este modo porque quieren disfrutar de comodidades lo más pronto posible, no se detienen a considerar si lo que han construido (matrimonio, hogar, amistades, negocios) es lo suficientemente fuerte como para resistir las adversidades que depara el futuro. Es insensato procurar los beneficios de Cristo sin conocer a Cristo, sin rendirse a Cristo. Muchos son los que están tratando de encajar haciendo cosas de cristianos sólo por interés, mientras viven en desobediencia. Son gente que claudican entre dos pensamientos, que tratan de servir a dos señores y se olvidan que el Único Dios Verdadero es Dios Celoso y demanda exclusividad en la adoración y el servicio.

Edificar correctamente demandará atención y obediencia a las instrucciones, hacerlo a mi modo es actuar como gente rebelde. Gente que conoce las razones correctas, que sabe y entiende que lo que Dios dice a través de Su Palabra es correcto, pero hacen todo lo contrario. Un falso creyente se preocupa más por sus intereses, en vivir para sí mismo, puede que llegue a hacer obras extraordinarias: sanar enfermos, echar fuera demonios aparentemente en nombre de Cristo, pero eso no es suficiente para ocultar que vive en rebelión contra Dios… aunque diga Señor, Señor, si no está comprometido con hacer la voluntad de Dios está menospreciando Su nombre (Malaquías 1:6) ¿Qué esperanza puede haber para quien se atreve a hacer tal cosa? La búsqueda de la gratificación inmediata, sin considerar que nadie puede poner en su vida otro fundamento que el que ha sido establecido (1 Corintios 3:11) es absurda.

Cualquier otra base distinta a Cristo y Su Palabra que uses para levantar tu vida te hará susceptible a quedar en la ruina total en cualquier momento ya sea en esta vida o en la eternidad. No podemos olvidar que somos almas eternas confinadas por un tiempo a un cuerpo que día a día se desgasta, que la cuenta regresiva inició cuando vinimos al mundo y nada hay que pueda detenerla. Por ello considerar como importante solo aquello que te ofrece un beneficio temporal y rápido es actuar como un necio. Es absurdo, enteramente irracional… esa es la locura del pecado: sabemos que está mal, que las consecuencias no serán buenas, pero como nos gusta locamente caminamos hacia la destrucción. Quienes edifican sobre la arena, saben que es una gran locura, pero no quieren pensar en ello y siguen llenando sus vidas con vanidades, y de repente la prueba llega y nada hay que pueda mantenerles firmes y con esperanza.

No actuemos como insensatos, escuchando las palabras de Cristo cada culto, y al mismo tiempo haciendo nuestra voluntad, no salgamos del tiempo congregacional a servirnos a nosotros, no salgamos apresurados por consentir nuestro pecado que sabemos nos llevará a la destrucción. Vivir así es lo que Cristo está llamando edificar sobre la arena y al final no será bueno lo que cosechemos.

Oración: Amado Dios concédenos Tu gracia para edificar nuestras vidas sobre la Roca que eres Tú y Tu Palabra, para que en el día malo tengamos confianza y podamos enfrentarlos firmes en Tu verdad. Amén